LA LEYENDA DE LA CANTAMORA EN CASTRO DEL RÍO (CÓRDOBA)

 LA LEYENDA DE LA CANTAMORA (Castro del Río, CÓROBA)


La leyenda de la Cantamora
PRIMERA PARTE

Nombre del Islam, Zelima
la llamaban Cantamora
porque cantaba en prisiones
desde la noche a la aurora.

Favorita de un Rey Moro
de un pueblo fortificado
por muralla y fortaleza,
una Villa, de nombre Castro.

Patio de armas y mazmorras,
ya el dos mil doscientos pasado,
cuando cristianos y moros
en guerras siempre luchando.

Villa en una altiplanicie,
Cuando es de noche este poblado
cierra todas sus puertas
con cerrojos y candados.

Lo abraza con su caudal,
el Guadajoz, frondosos álamos,
jilgueros en primavera,
ruiseñores de dulce canto.

Tiene al Norte la campiña
legumbres, cereal, ganado,
sus molinos harineros,
de árabes heredados.

Este río riega las huertas
de granados y manzanos,
chirriantes norias de vuelo
riegan la tierra en verano.

Al sur el picudo olivar,
que ni se saben los años,
si lo pusieron los godos,
los íberos o los romanos.

El cautivo cristiano
SEGUNDA PARTE

Era cantor de baladas,
bella melodía su cante,
que enamoró a Zelima.
No le gustó al del turbante.

–¡Por Alá que te tiro al río
aunque pierda el rescate!
Zelima sabía que lo haría
Y dijo en aquel instante.

–Señor, yo y la guardia mora
Lo tiraremos al embalse.
Con la astucia de Zelima
el cautivo logró salvarse.

Aquello gustó al Monarca
que tenía celos del cantor,
quería al Cristiano muerto
y aquella idea aceptó.

Ella y unos pocos moros
bajaron por la puerta el Sol
Que era la más cercana
al profundo Guadajoz.

Había un molino harinero,
abajo del romano puente,
Zelima dijo a los moros
que allí le dieran muerte.

La suda de aquel embalse
hacía rodar a la noria

–Las cosas me salen bien.
Se dijo la Cantamora.

Al tirarlo por el lado,
levantaron el tablero,
y el agua impetuosa
enfiló por el agujero.

Asido por pies y brazos,
el grupo de guardias moros
lanzaron al joven cautivo,
que se perdió en el fondo.

La noria con su quejido
parecía estar llorando
y el cristiano vigoroso
a ella se iba agarrando.

Y se salvó el cautivo
a la siguiente mañana,
pues encontró allí cerca
a las legiones Cristianas.

Pero el viejo molinero
que estaba ojo avizor,
cuando escapó el prisionero
fue al rey y se lo contó.

A toda la guardia mora
el rey ha condenado a muerte,
y cumplida la sentencia
los tiraron por el puente.

A Zelima por castigo,
el Rey con rabia y con celos,
encerró en la mazmorra
para que no viera el cielo.

En terribles circunstancias
seguía siempre cantando,
por Zelima – Cantamora
su nombre fueron cambiando

Cerrada la primavera
del mil doscientos cuarenta
las tropas de Fernando el Santo
Conquistan Villa y fortaleza.

Cuando un apuesto capitán
indaga, busca y encuentra
en una oscura mazmorra
a Cantamora medio ciega.

La pone en libertad
y se la lleva a su tienda,
doctos galenos cristianos
la curan y la ponen buena.

Reniega ella del Islam
y abraza el cristianismo,
un sacerdote la lleva
a la pila del bautismo.

La llaman María Dolores
por lo mucho que ha sufrido.
Se casa con el capitán
su fiel y leal marido.

Y hoy, después de la distancia,
algo más de ocho siglos,
da nombre a esta Editorial
que ha editado mi libro.

PEDRO CAÑASVERAS MORENO

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